sábado, 6 de septiembre de 2014

“Sin música, la vida sería un error” 
 -Friedrich Nietzsche. 

La música no sólo influye en las personas, sino también, en los animales y vegetales; así por ejemplo, algunas vacas incrementan su producción láctea escuchando "Las cuatro estaciones" de Vivaldi; de igual manera, cultivos sometidos musicalmente experimentan mejores rendimientos. La música ejerce una influencia más que notable sobre los animales. Ciertas experiencias realizadas con vacas y cerdos producían más leche y engordaban con más rapidez escuchando a Beethoven y Mozart. Las investigaciones concluyeron que eran el ritmo y no la melodía lo que provocaba esos efectos.


¿Qué le sucede al animal que escucha Música?


A nivel físico, la musicoterapia ayuda a reducir el ritmo cardíaco y a ralentizar la respiración, por lo que es recomendable y saludable para aquellas mascotas convalecientes de alguna operación o enfermos.

Además, mejora el sistema inmunológico del animal, que, tendrá menos posibilidades de caer enfermos. Eleva el nivel de endorfinas, mejorando el humor de nuestros amigos. También se puede emplear en perros y gatos hiperactivos y miedosos.



Los Monos y la música


Volviendo a nuestros días, apenas algunos años atrás, en 2009, una violonchelista de la Orquesta Sinfónica Nacional, junto al psicólogo Charles Snowden de la Universidad de Wisconsin, realizaron un experimento en el que se comprobó que otras especies animales son capaces de reaccionar emocionalmente ante estímulos musicales. En él se interpretaron diferentes melodías para un público compuesto por monos tití de las selvas centroamericanas.

Luego de estudiar detalladamente a los monos y analizar los sonidos emitidos para comunicarse, varias piezas fueron compuestas para ellos. Así se interpretaron dos composiciones que en su forma y estructura eran símiles a las que emitían los monos para alertar peligro, o los que emitían cuando se sentían seguros.



Ante las piezas, los monos reaccionaban de acuerdo a los mismos patrones, respondiendo con mayor intensidad cuando sonaba la primera composición: los monos sacudían su cabeza, sacaban la lengua y miraban incesantemente a su alrededor. En conclusión, los investigadores señalaron que los resultados eran muy sugerentes y que podían servir para entender que lo emocional de la música puede tener una larga historia evolutiva.


Por otra parte, hay que decir que algunos animales domésticos, como perros o gatos, parecen responder emocionalmente a la música humana. La investigación conducida por Deborah Wells, psicóloga de la Universidad Queen, en Belfast; muestra que los perros pueden discernir entre los diferentes géneros de la música humana.
Música para todos--->


«Nuestra investigación ha demostrado que los perros se comportan de manera diferente en respuesta a diferentes tipos de música, por ejemplo, mostrando comportamientos más sugestivos de relajación en respuesta a la música clásica y comportamientos más sugestivos de agitación en respuesta a la música heavy metal»

Más experimentos...
En el año 1909 el The New York Times, publicó un artículo titulado “Los efectos de la música sobre Animales del Zoo”, en el que se hablaba sobre los efectos de la música en todo tipo de especies del Zoológico de Bronx, nombrando reptiles, primates, aves, elefantes y leones al tiempo que se formulaba la pregunta: ¿los animales podrán apreciar la música? En la experiencia, se notó que los orangutanes respondían con un claro agrado a piezas de Caruso y que además eran capaces de mover su cuerpo siguiendo los compases al ritmo de un swing.


En otros animales como en camellos, también parecía haber una sensación de agrado, los animales estiraban su cuello y se acercaban a la fuente del sonido. Por otra parte, caninos como coyotes y lobos se mostraban asustados e intranquilos ante las mismas reproducciones. Hoy, más de 100 años más tarde, la pregunta continúa presente y ha sido el centro de muchas investigaciones.



Animales con ritmo!: